Ribas & Ribas Arquitectos diseña un edificio que produce un gran impacto visual al visitante, signo visible de catolicidad. Se inspira en la Victoria de Jesus sobre la muerte. La Resurrección de Cristo. Después de que los romanos crucificaron a Jesús, fue ungido y enterrado en una tumba con una piedra encima por José de Arimatea, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y se apareció a muchas personas en un lapso de cuarenta días antes de ascender al cielo.
Los conceptos de la resurrección de Cristo que Riba & Riba Arquitectos introducen en el proyecto son los siguientes:
Descripción:
Se trata de un edificio de 5 niveles, uno bajo rasante y cuatro sobre rasante, con una altura total de 15m sobre el nivel del suelo. Tiene una superficie construida de 1.146,38m².
En el Nivel -1 se encuentra la Capilla de 350m² con su atrio de acceso, aseos, y el núcleo de escaleras y ascensor que comunica con las plantas superiores del edificio. El acceso en rampa a esta planta permite que el coche fúnebre pueda desembarcar al difunto directamente en el atrio, ya sea para introducirlo en la capilla como para subirlo a las salas de vela mediante el ascensor. En el Nivel 1 se accede al vestíbulo a través de un patio, y cruzando el vestíbulo se accede a las 4 salas de vela. A través de un acceso independiente por el lado opuesto del edificio se entra al patio de los Columbarios.
El Nivel 2 es el ámbito de Atención al público, con 5 puestos y una zona de espera para 20 personas.
El Nivel 3 es la zona más privada de las oficinas, con la sala de reuniones, el despacho del Apostolado, el rack y la caja fuerte.
En el Nivel 4 se sitúa la cafetería con una pequeña terraza.
Hay 3 accesos independientes en el edificio para no interferir en las distintas actividades que se estén realizando: El acceso mediante una gran rampa que desciende hasta la Capilla, el acceso al patio de los Columbarios y el acceso a los velatorios y zonas administrativas del edificio.
La fachada del edificio se ha planteado con un aplacado cerámico de color blanco que consiste en 4 tipos de piezas con las que se resuelve toda la envolvente del edificio: fachada, huecos y cubierta. Según el tipo de pieza deja pasar más o menos luz al interior y permite más o menos vistas al exterior. Estas piezas parten de un cuadrado escalonado, inspirado en la obra del arquitecto italiano de principios del siglo XX Carlo Scarpa, cuya carrera estuvo constantemente influida por la búsqueda de la perfección en los detalles arquitectónicos.