La AEA celebra la aprobación del plan “España Circular 2030”. Esta estrategia busca impulsar un nuevo modelo de producción y consumo en el que el valor de productos, materiales y recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible.
El del aluminio es un sector que lleva años implementando modelos de producción y reciclaje que favorezcan un ciclo de vida infinito de este material.
* COMUNICADO DE PRENSA
El pasado 2 de junio, el Consejo de Ministros aprobó la denominada Estrategia “España Circular 2030”. Este plan marca objetivos para esta década que permitirán reducir en un 30% el consumo nacional de materiales y recortar un 15% la generación de residuos respecto a 2010. Una estrategia que contribuye a los esfuerzos de España por lograr una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.
En ella, se sientan las bases para superar la economía lineal e impulsar un nuevo modelo de producción y consumo en el que el valor de productos, materiales y recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible; en el que se minimice la creación de residuos y se aprovechen al máximo aquellos cuya generación no se haya podido evitar.
La AEA -la Asociación Española del Aluminio, que representa a más de 600 empresas del sector- celebra la aprobación de este plan en nombre de un sector que lleva años implementando estrategias que reduzcan emisiones y favorezcan el reciclado de este material, en pro de una economía cada vez más circular.
La minimización de los residuos de construcción y demolición constituyen una de las áreas prioritarias en la nueva Estrategia de Economía Circular. Otro de los objetivos principales, es la de reducir la generación de residuos de alimentos en toda la cadena alimentaria, así como lograr una significativa reducción de los gases de efecto invernadero.
Entre los seis sectores de actividad prioritarios que se enumeran a la hora de conseguir “una España circular” se sitúan la construcción, el industrial, y los bienes de consumo. Son estos tres sectores a los que el sector del aluminio dirige la mayor parte de su producción y actividad.
El camino del sector del aluminio hacia una Economía Circular
Antes de nada, conviene recordar que el aluminio es totalmente reciclable sin que en este proceso se produzca una merma de sus cualidades. Además, la energía que precisa su proceso de reciclado apenas alcanza el 5% de la que fue necesaria para producir aluminio la primera vez. Si a ello le sumamos el hecho de que es un material infinitamente reciclable, todo parece indicar que el aluminio es una materia idónea para la implementación de un camino hacia la Economía Circular.
“Podemos fabricar una y otra vez los mismos productos al tiempo que la energía embebida en él actúa como un gran almacén, como un auténtico banco de energía, que hará que necesitemos menos en el proceso de reciclaje”, ha señalado Armando Mateos, presidente de la AEA. Añade que “desde el sector del aluminio nos enorgullece saber que, el 75% por ciento de todo el aluminio que se ha producido en el mundo desde su nacimiento, hace casi un siglo y medio, sigue actualmente en fase de uso”.
Jon de Olabarria, Secretario General de la AEA, nos expone otros datos que sitúan al aluminio en una posición estratégica para seguir con la implementación de este tan necesario y beneficioso modelo de producción y consumo: “entre los avances desarrollados en el proceso de producción primaria del aluminio, destacan el uso de energía renovable y la mejora continua de los métodos de producción, que permitirá que el sector en Europa alcance el objetivo de tener una huella de carbono neutra en los próximos años”. Esto demuestra, según el Secretario General de la AEA, “que el del aluminio es un sector que ha hecho grandes avances hacia la implementación de sistemas de reciclado y, por tanto, está preparado para afrontar los nuevos retos medioambientales”.
Asimismo, nos señalan desde la AEA, ya hay asociados que ofrecen productos certificados de aluminio reciclado para transformación, compuesto en un 75% o más por aluminio proveniente de ventanas post consumo. Algo que respalda los objetivos de dar una segunda vida a los materiales de construcción que finalicen su ciclo de uso.
El ecodiseño como respuesta a los nuevos retos
Los últimos datos de la Asociación de Latas de Bebidas, correspondientes a 2018, revelan que en ese año se reciclaron un 86% de latas de bebidas en España, lo que se traduce en más de 118.000 toneladas de latas de bebidas de acero y aluminio que fueron transformadas en todo tipo de productos metálicos (también latas). “En consecuencia, se redujo la extracción de materias primas y se obtuvo un importante ahorro energético, contribuyendo con todo ello a la implementación de la economía circular”, ha recalcado de Olabarria.
Apunta el Secretario General que “algo por lo que debemos apostar firmemente en este camino hacia un cambio de paradigma en el modelo de producción y consumo, es el ecodiseño. Es imperativo que aumente la utilización de materias primas recicladas en los procesos de producción y que fomentemos la reciclabilidad para lograr que la vida del producto no se agote en un único uso”.
“Sectores como los de la construcción y la automoción ya reciclan más del 90% del aluminio, y otros van en aumento; el objetivo es alcanzar cada vez a más sectores”, ha señalado de Olabarria. “Su resistencia, ligereza y gran capacidad de reciclaje dota a los productos elaborados con él de un valor añadido, al permitir reducir significativamente el coste de combustibles y las emisiones a la atmósfera en múltiples aplicaciones”, ha concluido.
Una recuperación económica de la mano de políticas verdes
“Desde la AEA, no podemos más que alegrarnos de ver que la crisis que previsiblemente se derivará de la pandemia de los últimos meses, se esté aprovechando como oportunidad para establecer planes de recuperación verdes y ecosociales. Una adversidad que, no obstante, vamos a aprovechar como oportunidad para salir más reforzados en los modelos productivos que se dirigen a una búsqueda de un bien común y en la consecución del objetivo inaplazable de conservación de medio ambiente”, ha señalado de Olabarria.
Armando Mateos añade que “desde la AEA llevábamos tiempo reivindicando una ampliación del alcance de las medidas de diseño ecológico, incorporando la exigencia de criterios de eficiencia a los materiales, como la durabilidad, la reparabilidad, la reciclabilidad y el contenido de material reciclado. Por ello, esta estrategia de “España Circular 2030” no puede más que hacernos sentir más que gratificados”.
El aluminio se suma así a este mandato y compromiso que no solo emana desde las instituciones, sino que también la sociedad llevaba tiempo demandando en lo referente a la sostenibilidad y el reciclaje. Algo a lo que, señalan desde la AEA, el aluminio tiene mucho que aportar desde todos los vértices y ópticas que ofrece; como material para la construcción, la automovilística, productos de electrónica, envases u objetos cotidianos, entre muchos otros.