Mediante una divisoria de aluminio y vidrio se separa las estancias de la zona de día y del recibidor de la vivienda. Un elemento funcional pero que a la vez permite potenciar la luminosidad y contribuye a aumentar la sensación de amplitud.
Un cambio radical en un piso con el objetivo de ganar luz, calidez y amplitud, por Laura Martínez Interiorismo
La interiorista Laura Martínez le ha dado la vuelta a la zona de día de esta vivienda ubicada en Sabadell (Barcelona). Se ha dejado atrás la tradicional distribución con tabiquería que delimitaba cocina, lavadero, comedor y salón para dar paso a un nuevo espacio abierto, donde se ha ganado amplitud y luz natural, con una atmósfera acogedora, cálida y familiar.
Laura Martínez Interiorismo ha rediseñado la zona de día de esta vivienda ubicada en Sabadell (Barcelona). Su propietaria deseaba dar dar un cambio radical a esa parte del piso, que estaba construida de manera tradicional, con la clásica tabiquería dividiendo cada uno de los espacios. El objetivo del proyecto era conseguir una zona diáfana, funcional y con la mayor sensación de amplitud posible.
Para llevar a cabo esta idea, el equipo de Laura Martínez Interiorismo se puso a trabajar “nos decantamos por realizar un diseño diáfano, donde cada una de las diferentes estancias fluyeran de una manera funcional y estética, pero sin limitaciones visuales” explican.
De tal modo, se ha conseguido un único espacio abierto de salón-comedor-cocina, donde la amplitud visual y la luminosidad son clave. Se ha unido el lavadero a la cocina, unificando conceptos, logrando que esta zona quede totalmente integrada y oculta.
Protagonistas infalibles: el blanco y la madera de roble
El espacio da prioridad a los tonos blancos y complementos de madera en roble natural, “nos proporcionan muchísima calidez al ambiente y potencian la luz natural” explica Laura Martínez.
El suelo es de parquet de madera de roble natural, excepto en la zona de cocina donde por su mayor resistencia y funcionalidad se ha utilizado un pavimento porcelánico en tonalidades marrón y gris.
La ausencia de tiradores en el mobiliario de la cocina, realizado totalmente a medida, realza la apariencia impecable del blanco impoluto. Junto a la isla se ha colocado a media altura un paramento parcial en cristal y aluminio, éste sirve para diferenciar la zona de cocina de la zona de salón-comedor.
El resto de elementos decorativos se sirven de una paleta de tonos neutros, con algunas pinceladas de color azul y también con la incorporación de la frescura viva de las plantas naturales, que ayudan a crear un ambiente acogedor y familiar.
El proyecto en tres tips:
En definitiva, Laura Martínez Interiorismo ha conseguido reconvertir un piso de distribución clásica, en uno totalmente vanguardista. Se ha generado un solo ambiente diáfano y moderno, unificando la cocina con el salón y el comedor. Un ambiente cálido, acogedor, familiar, muy acorde con el estilo de vida actual.
Imágenes: Bonet Fotografía - Más Info: https://lauramartinezinteriorista.com/