GUARDIAN GLASS ha diseñado una infografía donde explica los incentivos que las administraciones públicas están ofreciendo a aquellos hogares que acometan rehabilitaciones o reformas (cambio de ventanas incluido) orientadas a reducir su consumo energético, entre ellos, deducciones fiscales.
En la actualidad, las administraciones públicas están apoyando, a través de distintas medidas, aquellas rehabilitaciones en la vivienda que supongan una reducción de su consumo energético, como por ejemplo la mejora de la envolvente térmica cambiando las ventanas, donde el vidrio cumple un papel fundamental ya que representa el 80% de la superficie de las mismas. Una intervención como el cambio de las ventanas del hogar puede traducirse en estímulos fiscales a la hora de realizar la declaración de la renta, además de un mayor confort para sus habitantes y una posible reducción en sus consumos de energía.
El pasado 5 de Octubre, a través del Real Decreto 19/2021, el gobierno de España puso en marcha tres tipos de deducciones fiscales temporales: mientras que las dos primeras estarán disponibles hasta el 31 de diciembre de 2022, la última seguirá vigente hasta el mismo día de 2023. Contemplan solo aquellas viviendas —unifamiliares o en edificios plurifamiliares construidos antes de 2007— que constituyan el domicilio habitual y permanente de sus propietarios, usufructuarios o arrendatarios.
La primera bonificación supone un ahorro de hasta un 20 % y un máximo de 5.000 euros anuales en reformas que reduzcan al menos un 7 % la demanda de calefacción y refrigeración.
La segunda opción se traduce en un ahorro del 40 % y un máximo de 7.500 euros anuales en aquellas reformas que reduzcan el consumo de energía primaria no renovable en, al menos, un 30 %, o bien que consigan clase energética A (consumo de energía prácticamente nulo) o B (aproximadamente la mitad de lo que suele consumir una vivienda española).
Por último, el tercer tipo de deducción conlleva un ahorro de hasta un 60 % y un máximo de 5.000 euros anuales —15.000 máximo en todo el período— en obras de rehabilitación que mejoren la eficiencia energética en edificios completos de uso residencial, siempre que se reduzca en un 30 % el consumo de energía o se obtenga clase energética A o B. Esta deducción se reparte entre los propietarios.
En resumen, las administraciones públicas vincularán este tipo de incentivos financieros al ahorro de energía en el hogar. Para demostrar dicho ahorro, se hará una comparativa de los certificados de eficiencia energética expedidos antes y después de una reforma por un técnico oficial.