El estudio de arquitectura Mano de Santo y KMZero, Open Innovation Hub del Grupo Martínez han confiado en Guardian Glass para diseñar el que ya es el primer alojamiento flotante, dinámico y avanzado en nuestro país: Punta de Mar. Un proyecto innovador, impulsado por la startup del mismo nombre, que busca llevar a otro nivel el concepto de turismo experiencial y cuyo primer prototipo ya está instalado en el Club Náutico de Denia.
Punta de Mar consiste en una plataforma sobre el agua con un diseño arquitectónico cuidado, minimalista, funcional y respetuoso con el medio ambiente que consigue que el huésped experimente el entorno con los cinco sentidos, potenciando al máximo su integración con la naturaleza y el mar exterior, además de su intimidad, confort, relax y sensación de bienestar. Esto es posible, entre otras cosas, gracias a la envolvente de vidrio de Guardian Glass, que ha sido uno de los aliados estratégicos que ha facilitado y apostado por este nuevo proyecto empresarial pionero en la costa Mediterránea que ya ha empezado a dar que hablar.
“Hemos elegido Guardian Glass para el proyecto”, comenta Frances de Paula García, arquitecto de Mano de Santo, “porque es la empresa de soluciones de vidrio más potente que hay. Frente a un proyecto de estas características, dónde era necesario resolver exigencias extremas, buscábamos la excelencia y, además, otro punto importante es que hemos podido contar con su apoyo técnico. Junto a sus expertos, hemos elegido las soluciones más adecuadas para el proyecto”.
La arquitectura flotante está construida con un triple acristalamiento Guardian Select que aporta un ahorro energético superior, seguridad y aislamiento acústico. En su cara exterior se ha instalado el vidrio selectivo SunGuard® SN 70/35 HT, seguido del vidrio intermedio Guardian ExtraClear® y, en la cara interior, se ha dispuesto la solución LamiGlass 66.2 ExtraClear ClimaGuard Premium2 para reforzar la seguridad y el ahorro energético del conjunto. Esta unidad de vidrio, compuesta por estas tres soluciones avanzadas de Guardian Glass, ofrece un 61% de transmisión luminosa y un factor solar del 32 %. Esto significa que el vidrio deja pasar la luz del sol, bloqueando la mayor parte de su calor y trabajando así para proporcionar a Punta de Mar un excelente aislamiento térmico, un factor solar adecuado y un elevado aislamiento acústico y nivel de seguridad, formando un conjunto de altísimas prestaciones y una elevada eficiencia energética. Además, la tonalidad neutra del vidrio consigue que, desde el interior del alojamiento, la percepción del entorno, como el mar o la naturaleza, sea mucho más nítida y vivida diluyendo las fronteras interior-exterior y consiguiendo que el huésped disfrute de una conexión total con el paraje de alrededor.
A nivel de decoración interior, se han utilizado también los vidrios Guardian SunGuard® HD Silver 20 (en las zonas de los armarios, el cabecero de la cama, el baño…) con el objetivo de jugar con las diferentes reflexiones y los reflejos. Esto permite ganar en privacidad en las zonas más íntimas y, además, crear efectos divertidos y ganar en sensación de amplitud e inmersión del exterior en el interior, gracias a su efecto espejo. La naturaleza parecer haberse colado dentro de Punta de Mar.
En este sentido, subraya el arquitecto, “la importancia del vidrio, como la de todos los materiales que hemos seleccionado, ha sido esencial. Con ellos hemos buscado esa conexión total con el entorno. En concreto, el vidrio debía tener unas prestaciones de transparencia específicas para lograrlo (demás de aislamiento), así como unas dimensiones grandes para resolver también el aspecto del confort. A esto se añade, además, que el vidrio usado para el habitáculo en sí del alojamiento proporciona una experiencia 360º. El habitante se siente envuelto por el entorno. Se trata de una experiencia de integración y el vidrio nos apoya en esto”.
Asimismo, y como complemento perfecto para el vidrio, los cerramientos correderos del proyecto destacan por favorecer las máximas aperturas y vanos a través de una perfilería de aluminio reducida que obstaculiza lo mínimo posible las vistas y el paso de la luz natural.
Distribución y tecnología pensada para el huésped*
Con una superficie total de 74m2, el pabellón está pensado para el disfrute de dos personas y se divide en dos plantas con un diseño y una equipación minimalista. La primera de ellas, de 40m2, tiene un camarote con baño y una terraza privada continua al espacio interior. La segunda planta, por su parte, es una cubierta chill-out de cerca de 34m2 para la desconexión y relajación de los huéspedes. Ambos espacios disponen de iluminación e hilo musical.
Otra de las características destacadas de Punta de Mar es que sus habitantes poseen el control en todo momento de su experiencia en el alojamiento a través de una APP específica con la que pueden decidir sobre los aspectos domóticos del espacio. Soluciones tecnológicas punteras e innovadoras implementadas en este proyecto permiten, entre otras cosas, gestionar la iluminación, el sonido, los aromas e -incluso- aspectos a nivel de seguridad. Un control que se puede ejercer desde la propia plataforma, pero también en remoto.
Cabe también destacar que la iluminación de Punta de Mar es biodinámica. Es decir, que reproduce la luz natural del exterior en el interior. Por ello, a medida que va avanzando el día, ésta varía automáticamente en su tonalidad igualándose a las variaciones de la luz natural.
Compromiso con la sostenibilidad*
Punta de Mar es una iniciativa de turismo sostenible que no genera residuos por ser una instalación de módulos, cuyo sistema se basa en el “Plug & Go”. Además, se integra en el entorno y sus materiales son de bajo impacto ambiental. Otro de los puntos fuertes es que la instalación es inmediata y remolcable por agua y transportable por carretera. Esto brinda la posibilidad de reubicar Punta de Mar en diferentes parajes naturales que dispongan de la posibilidad de conectarse a los suministros (ya sean marinas u hoteles con playa privada) para ofrecer a los huéspedes experiencias únicas y exclusivas.
(*) Información facilitada por los promotores del proyecto.
Un proyecto financiero prometedor
Con la presentación de este primer prototipo en Denia, la startup responsable del proyecto Punta de Mar prevé empezar a comercializar estas plataformas flotantes a partir de 2019, estimando una facturación de un millón de euros durante ese año y 5 millones en los próximos tres.
Raúl Martín, director de KMZero, Open Innovation Hub del Grupo Martínez, se muestra seguro del éxito de esta iniciativa ya que, como señala, “hablamos de un tipo de turismo, el experiencial, que en siete años representará un 58% de la oferta turística global, según Euromonitor: Future of Travel 2025”. Y remata añadiendo que, en este sentido, “Punta de Mar está pensado para todo aquel que quiera disfrutar de la experiencia de convivir con el mar desde una nueva perspectiva. Para aquellos que buscan una experiencia de integración con el entorno, en la que predomine el confort, la desconexión, el relax y el bienestar”.
(Equipo del estudio de arquitectura Mano de Santo. Foto Mano de Santo ®. Todos los derechos reservados)