Cortizo pone en marcha su nueva fundición en Mieres

Cortizo ha puesto en marcha la segunda fundición del grupo en la localidad asturiana de Mieres. La planta cuenta con una superficie de 6.000 m² y dispone de una capacidad de producción de 25.000 toneladas anuales de tocho de aluminio.
Esta materia prima se suministrará directamente a los cinco grandes centros productivos del grupo situados en Padrón (A Coruña), Manzanares (Ciudad Real)
Con esta renovada fundición, Cortizo duplica la capacidad de autoabastecimiento de tocho de aluminio.
En los centros de Padrón y Mieres se producirán un total de 43.000 toneladas anuales de materia prima. Además, la planta asturiana permitirá la fabricación de tocho en una nueva dimensión, el de 254 mm de diámetro.
De este modo la multinacional gallega consigue producir tocho de aluminio de 5 medidas diferentes: 144, 153, 178, 203 y 254 mm. orientados a los diferentes perfiles y mercados de la compañía tanto en España como en el extranjero.

Tras más de un año de trabajos de rehabilitación, las antiguas instalaciones de Kerkus vuelven a lucir su mejor aspecto. Durante este tiempo se han llevado a cabo la renovación y adaptación de toda la maquinaria de la fundición, haciendo especial hincapié en los refractarios de los hornos.
Parte de la cubierta de la nave ha sido repuesta, la instalación eléctrica substituida y las canalizaciones de abastecimiento han sido mejoradas.



En la puesta en marcha de la fundición se han invertido 1,8 millones de euros, a los que habría que sumarle los 3,4 millones de euros aportados para la compra.
En total, Cortizo ha realizado una inversión de 5,2 millones de euros para la reapertura de una fábrica que, de forma inmediata, genera 15 nuevos empleos, cifra que el grupo pretende aumentar progresivamente según las necesidades de producción.

El  responsable de fundición del grupo,  Santiago García,  asegura que “la puesta en marcha de la planta de Mieres es una apuesta por unos de los pilares básicos del grupo, la sostenibilidad y la eficiencia energética, ya que el aluminio de segunda fusión consume un  95% de energía menos que la producción de aluminio primario. Además, este trabajo  en conjunto de la división de reciclaje y las fundiciones  nos permiten cerrar el ciclo del aluminio sin generar residuo alguno”.

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Data de publicação: 06/02/2015