Los arquitectos Jaume y Eugeni Bach,
del despacho Bach Arquitectes, han sido
los responsables de configurar este edificio,
uno de los pocos en España que ha
sido reconocido con la calificación oro en
la Certificación LEED (Leadership in Energy
and Environmental Design). Este hecho ha
supuesto un esfuerzo importante tanto por
parte de los técnicos redactores del proyecto
como por parte de la propiedad para
realizar una serie de aportaciones orientadas a reducir el impacto ambiental y aumentar el
ahorro energético tanto durante la construcción
como durante el futuro uso del edificio.
las oficinas, que reduce el consumo energético
al ser un edificio con una fachada que
lo “protege” de la radiación solar, el hecho
de que todas las ventanas tengan una protección
solar externa a modo de persianas
regulables y orientables, el uso de reguladores
lumínicos por sistemas de detección de
presencia, el uso de sistemas de ahorro de
agua como las cisternas de doble descarga
o los detectores en todas las griferías, la
incorporación de sistemas de climatización
de reducido consumo energético, o la instalación
de captadores solares para generar
agua caliente mediante la radiación solar,
entre muchas otras soluciones de proyecto,
permiten conseguir que el edificio consuma
menos energía de lo que hace un edificio
estándar de similares características.
incide en los aspectos energéticos del uso
del edificio sino también en los que inciden
sobre su construcción. Así pues, la mayoría
de los materiales con los que se ha construido
el edificio son productos de proximidad,
y muchos ellos tienen unos porcentajes de
material reciclado muy elevados (como es
el caso del acero, el aluminio o los vidrios).
Se trata pues de un gran esfuerzo hecho, no
únicamente para reducir el coste de mantenimiento
del edificio a lo largo del tiempo,
sino fruto de unas convicciones de respeto
por el medio ambiente y de responsabilidad
social tanto por parte de los proyectistas
como del Banc de Sabadell.
existente en el solar donde se ubican
actualmente las oficinas Landscape (proyectadas
por el despacho en 2003) para
concentrar su edificabilidad en un nuevo volumen
de oficinas, de manera que se libera una gran superficie ajardinada en el centro del solar
que se convierte en el punto de entrada a
los distintos edificios del Centro de Servicios.
una planta de servicios con conexión
directa a los edificios de oficinas, y bajo ésta,
dos plantas de aparcamiento conectadas al
aparcamiento existente.
se ha levantado una pequeña torre,
de planta baja más cinco plantas, que aloja
las nuevas oficinas de dirección del Banc de
Sabadell. La sobrevuela ligeramente por encima
del espacio de rampas de acceso a los
aparcamientos, haciendo evidente el punto
de entrada principal al edificio. El bloque de
oficinas se proyecta para sacar el máximo
rendimiento a cada planta, mediante un eje
central de comunicaciones y una estructura
perimetral de pilares de hormigón.
piel con una cámara de ventilación: el metal
expandido en zig-zag permite que la totalidad
del edificio esté siempre protegido de la
radiación solar, generando una cámara de
aire ventilada naturalmente que permite un
mayor rendimiento de las propiedades térmicas
del edificio. A esta cualidad funcional
se le suma una cualidad estética, ya que las distintas inclinaciones de la fachada generan
unas sombras y unos matices cambiantes
según la inclinación de la luz solar, lo que
genera que vayan cambiando de aspecto a
lo largo del día, aun y ser todas ellas iguales;
cuando la luz incide perpendicularmente, la
fachada se aprecia como un todo continuo,
pero a medida que la luz va incidiendo lateralmente,
la fachada se convierte en un juego
de lamas verticales de grosores cambiantes
al que se sobrepone el orden racional de las
ventanas Unicity de Technal.
añade complejidad a las fachadas a partir
de unos marcos de gran profundidad
que incluyen unas persianas replegables
desde el interior, ayudando a controlar la incidencia solar en el interior de las oficinas
y ofreciendo otro tipo de juego cambiante
desde el exterior.
genera también una sensación de mayor
confort desde el interior, al parecer que las
fachadas son muy gruesas y sólidas cuando,
en realidad, son unos elementos muy delgados
para conseguir una mayor superficie
en el interior.
servicios, de 8.000 m2, enterrada justo por
debajo del jardín central. Aún al formar parte
de la cota bajo rasante, la sensación en ella
es, no la de estar en un sótano, sino de estar
en una planta baja.
muy estudiadas como conseguir
unas salidas al exterior en la cota de la planta,
agujerear la planta en un par de puntos
estratégicos con unos patios generosos, o
generar un doble espacio en la escalera de
acceso para abrir las vistas desde la planta
enterrada hacia el exterior.