TEMPA hace maravillas con el vidrio

Temperados Acosteños S.A. (TEMPA) es una industria que, desde que abrió sus puertas en 2001, no ha parado de crecer y de ofrecer nuevos productos a sus clientes en el país y en el extranjero. En un principio, la empresa sólo se dedicaba a producir parabrisas para diferentes tipos de automóviles y autobuses, pero hoy, 10 años después, cuenta con una amplia gama de productos para construcción y arquitectura, que le ha permitido incursionar en el mercado internacional como Nicaragua, Panamá y hace gestiones para expandirse hacia El Salvador y Cuba.

Para contar con nuevos productos, TEMPA ha realizado una importante inversión en maquinaria especializada, adquiriendo una pulidora y dos nuevos hornos. Róger Murcia, gerente y fundador de TEMPA, nos recuerda como en 2001 empezaron con un pequeño local en La Esperanza de Acosta y luego se trasladaron a Chirraca, no antes sin superar una serie de trabas para poder operar en el mercado. “Estamos muy contentos y orgullosos del crecimiento que hemos tenido. Comenzamos con un local como de 100 metros cuadrados y hoy tenemos una fábrica con 1.500 metros y tenemos previsto hacer todavía una ampliación más”, afirmó Róger Murcia.

El empresario tiene una visión a mediano y largo plazo, de ahí que haya decidido apostar fuerte por la inversión en equipos. TEMPA se distingue por trabajar el vidrio templado (temperado), mucho más resistente que el convencional, gracias a los diferentes procesos a que es sometido. “Hemos invertido un millón de dólares en estos diez años y eso nos ha permitido crecer y darle trabajo a gente de Acosta y zonas cercanas”, dice orgulloso Murcia. En efecto, TEMPA es de las pocas industrias que generan empleo en una zona urgida de este tipo de oportunidades. La planta principal de TEMPA se ubica en Chirraca de Acosta, a dos kilómetros al oeste de San Ignacio y cuenta también con un local de distribución en San Rafael Arriba de Desamparados.

La coordinadora en el área de distribución es Jusselin Murcia y el gerente de planta en Chirraca es Allan Murcia. “Es importante destacar que somos una empresa familiar”, afirma Róger Murcia.

Maquinaria sofisticada
La etapa en que TEMPA sólo producía parabrisas ya quedó atrás; ahora, además de seguir con esa línea, la amplió de forma significativa, gracias a la maquinaria. Entre ellas destaca una refinadora, que permite darle forma a cualquier vidrio y lograr acabados verdaderamente impresionantes. El “pulpo”, como se le conoce en la fábrica, hace milagros... Ello hace que los productos de TEMPA tengan una calidad garantizada.

Los hornos de curvado y templado, tanto el vertical como el horizontal, no sólo facilitan el aumento de la producción, sino que en ellos se puede hacer las más variadas formas. Así por ejemplo, el horno vertical, que comenzó a operar en diciembre de 2009, es muy versátil, lo que hace que se produzca todo tipo de laterales para automóviles, vidrios planos, vidrios traseros, “aletas”, tablas de picar y otra serie de productos. Este horno requirió de una gran inversión. El horno horizontal funciona con gas y en él se fabrica todo tipo de vidrio termoendurecido. Esto significa que se pueden hacer las más variadas figuras arquitectónicas y con una calidad envidiable.

En el horno horizontal se hacen todo tipo de parabrisas y fue con éste con el que TEMPA comenzó su largo viaje con ilusión y esperanza, y gracias al trabajo y tesón de su gerente y sus empleados, se han ido cumpliendo poco a poco todos los sueños y objetivos. Hoy TEMPA es una empresa consolidada y que mira al futuro con entusiasmo, debido a que tiene sólidos planes para exportar sus productos a mercados competitivos dentro y fuera de Centroamérica. Con una visión de crecimiento y de compromiso con sus clientes, TEMPA es una empresa en la que se puede confiar plenamente.