La construcción del Palacio Nuevo de Stuttgart se inició en 1746 y concluyó en 1806.
El Palacio Nuevo de Stuttgart es un edificio de uso administrativo y catalogado como conjunto histórico-artístico. |
Las instrucciones del propietario de la obra con respecto al montaje supusieron un gran reto logístico para los expertos. |
El diseño, la variedad de colores y las ventajas desde el punto de vista energético fueron factores decisivos a la hora de escoger los perfiles y barrotillos de SWISSPACER. |
El vidrio aislante CLIMAPLUS XTREM de Saint-Gobain, el perfil intercalario SWISSPACER Advance y el barrotillo SWISSPACER aseguran una eficiencia energética y una protección solar excelentes. |
Para Holzmanufaktur Rottweil, empresa encargada de llevar a cabo estos trabajos, es muy importante compatibilizar la tradición artesanal con los requisitos modernos de eficiencia energética de los edificios.
En este sentido, el perfil intercalario de la firma SWISSPACER es un recurso estilístico ideal, que cumple con los requisitos energéticos y de conservación de monumentos históricos.
El Palacio Nuevo de Stuttgart, situado en el corazón de la capital del estado federado de Baden-Wurtemberg, tiene varios siglos de historia. Su construcción, iniciada en 1746, se desarrolló en varias fases y finalizó en 1806. En la primavera de 1944, los bombardeos destruyeron casi por completo el Palacio, que quedó calcinado. Solo se salvó la fachada exterior. Desde su reconstrucción tras la guerra entre los años 1958 y 1964, el edificio se usa, entre otras cosas, como sede del gobierno estatal de Baden- Wurtemberg y otras instituciones gubernamentales.
El Palacio tiene dos plantas principales y una tercera de poca altura. La fachada clásica destaca por sus ventanas rectangulares, semicirculares o de arco y, por último, circulares en los tragaluces. En el año 2019, el estado federado de Baden- Wurtemberg, representado por la empresa pública Vermögen und Bau Baden-Württemberg, Amt Stuttgart, sacó a concurso la restauración de los elementos de ventana de madera y los trabajos de acristalamiento en las alas Planieflügel y Rosengartenflügel. En total, ambos lotes comprenden la restauración de unas 530 ventanas de madera. La superficie acristalada de los elementos de ventana de cuatro hojas es de alrededor de 1.700 m2.
Los trabajos de los dos lotes se adjudicaron a Holzmanufaktur Rottweil. Esta ebanistería, ubicada en la ciudad más antigua de Baden-Wurtemberg, lleva más de 30 años especializada en las áreas de conservación de monumentos, «Baukultur» o cultura de la construcción y arquitectura.
La apoderada Adelina Bytyci-Dodolli describe así la filosofía de la empresa: “Restauramos y reparamos equipamientos históricos como ventanas, puertas, suelos y frisos de madera. La calidad original se une a la nueva calidad, independientemente de si se trata de restauraciones, reparaciones o ampliaciones”.
Fundada en 1988 por sus dos gerentes, Hermann Klos y Günther Seitz, la empresa cuenta en la actualidad con una plantilla de más de 100 trabajadores de los sectores de carpintería, vidriería, pintura y administración.
Karsten Braun, el jefe de ventas, subraya que “puesto que muchas ventanas, puertas, escaleras o suelos sometidos a una demanda funcional necesitan mejoras en materia de aislamiento térmico y acústico y en razón de la seguridad, es necesario buscar un término medio convincente para poderlas llevar a cabo de forma artesanal. Si se modifican demasiado o con poco tacto, los componentes pierden su legibilidad histórica. La conservación y la restauración no tienen por qué ser sinónimos de estancamiento ni de retroceso técnico”.
Esta afirmación se puede extrapolar a la reparación general y restauración de las ventanas de madera del Palacio de Stuttgart. Su cometido consiste en retocar la madera y los herrajes de las ventanas históricas. El objetivo de estos trabajos es implementar los requisitos energéticos en un edificio que se utiliza con fines administrativos y que, al mismo tiempo, está catalogado como conjunto histórico-artístico.
Por eso, el propietario decidió equipar la superficie exterior de las ventanas de contravidriera con vidrio aislante, ya que hasta ahora solo contaban con un acristalamiento simple. “Para llevar a cabo esta tarea, nuestro equipo solo puede trabajar en la parte exterior de las ventanas, sin contar con ningún tipo de andamio antepuesto en la fachada, lo que implica un esfuerzo logístico considerable”, destaca Braun.
La restauración comprende el acabado de pintura, la reparación de los marcos de las ventanas y la renovación de las juntas, las bisagras y la masilla de las ventanas.
Una particularidad de este proyecto es la instalación de un vidrio aislante especial o vidrio con protección solar en las mansardas, que, además, se equipan con barrotillos. “En estas ventanas decidimos utilizar el barrotillo de SWISSPACER”, dice Karsten Braun. “Nos gusta cómo queda y su ventaja es que está disponible en muchos colores. Al mismo tiempo, permite cumplir todos los requisitos energéticos. El propietario de la obra quiere que los bordes calientes se monten prácticamente ocultos. Por eso damos tanta importancia a la armonía cromática. Con SWISSPACER podemos fabricar esquinas que encajan a la perfección”.
tro criterio importante para el equipo de Holzmanufaktur Rottweil es la facilidad de adaptar el barrotillo al resto de los elementos de la obra. SWISSPACER cuenta con 13 tamaños diferentes de barrotillo y una cruceta con protección antivibraciones. En la restauración del Palacio Nuevo de Stuttgart se utiliza el ancho de 10 mm.
Los barrotillos SWISSPACER están hechos con el mismo material sintético altamente aislante de los perfiles intercalarios de SWISSPACER, que también se utilizan en este proyecto con el modelo SWISSPACER Advance.
Estos perfiles minimizan los puentes térmicos en el borde del cristal, con valores Ug de entre 0,9 y 1,0 W/m²k.