En este contexto, el impacto visual del edificio, que se levanta sobre una plataforma dentro del mismo lago, es realmente la traducción arquitectónica de la flor de loto, una imagen por completo orgánica que parece emerger del agua. Este concepto del objeto arquitectónico
como “ser vivo” esconde una estructura interior
más cercana a la de una catedral que a
la idea predominante en los edificios del siglo
XXI.que dan como resultado una atmósfera
interior cautivadora, mientras que desde el
exterior y especialmente de noche, el Lotus
Building parece desplegar sus pétalos con
total armonía.
con estructuras metálicas de acero
inoxidable y vidrios tanto transparentes como
de diferentes colores, que se combinan
visualmente con el armazón interior dominado
por tonos púrpura.crean la sensación de pétalos a punto de
abrirse al tiempo que permiten un óptimo
aprovechamiento de la luz natural diurna.la noche, la iluminación realza los contrastes
y florece ante nuestros ojos como si la flor de
loto acabara de salir a la superficie.