A lo largo de una trayectoria de más de tres décadas, el estadounidense
Robert Mickelsen ha empleado la técnica del lampworking
para dar forma a una extensa variedad de esculturas de vidrio que
ponen de manifiesto sus sentimientos e ideas.
gas para derretir las barras y tubos de vidrio transparente y coloreado
y que una vez fundido permite darle forma soplando y moldeándolo
mediante diferentes herramientas o incluso con las manos.
Renacimiento, concretamente en el Siglo XIV, en la ciudad italiana
de Murano, y se ha mantenido con pequeñas alteraciones técnicas
hasta nuestros días.
componen la amplísima obra de este artista, capaz de recrear volúmenes
y vacíos con la inestimable colaboración de la luz, que dota
a estas esculturas de una especial y a veces fantasmal ingravidez,
así como una sensación de movimiento que evoca con elegancia,
como si se tratase de espíritus flotantes que por obra y gracia de su
creador han cristalizado por un momento para que podamos apreciar
su belleza incorpórea antes de volver a vagar incesantemente
por el espacio.