Forma, color y luz son los principios que guían el proceso de creación
artística de Bruno Romanelli, tres ejes que se combinan armónicamente
en el material elegido para plasmar sus ideas e inspiraciones, que
no podía ser otro que el vidrio.
en jugar con conceptos como transparencia, translucidez y opacidad,
creando objetos que a menudo nos ofrecen una apariencia casi arquitectónica,
en la que los distintos elementos se equilibran entre sí hasta
lograr transmitir una sutil sensación de simetría.
técnicas, entre las que sobresale especialmente el uso de moldes con
vidrio fundido, de manera que las texturas resultantes son de gran complejidad
al mismo tiempo que la envolvente evoca formas reconocibles
y bien definidas.
son esenciales en la obra de Romanelli, en la que el círculo termina por
englobar la unidad de todos los elementos. En palabras del propio artista,
el círculo “es la más fundamental y universal de las formas, la que
simboliza la vida y la continuidad del ciclo vital. El círculo es el corazón
de mi trabajo y es donde cada pieza tiene su punto de partida. A partir
de esta forma individual llegan a crearse piezas complejas hechas de
muchas partes. Usando los principios de forma, color y luz, mi ambición
es conseguir una perfecta combinación por medio del material elegido
por mí: el vidrio”.