A partir de la idea inicial consistente en paneles de dos dimensiones,
la obra de Steffen Dam ha ido evolucionando hacia verdaderos objetos
tridimensionales con un concepto puramente escultórico.ciencia desde su infancia, la singular mirada de este creador combina
un análisis racional y distanciado con la búsqueda de la belleza casual y
misteriosa que se oculta sibilinamente detrás de estas composiciones y
en la que el vidrio nos permite penetrar.
los efectos sinuosos y acuáticos de estos organismos (medusas, líquenes,
plantas e incluso fósiles) sumergidos en líquido y que la curvatura
de los vidrios no hace sino potenciar.la contradicción de intentar contemplar con ojos analíticos un universo
irreal que, sin embargo, parece discurrir ante nosotros con una lógica
propia y tan cierta como intangible.