Si algo diferencia las creaciones de David
Magán de la idea convencionalmente aceptada
del arte en vidrio es la progresiva desaparición de aquellos elementos que normalmente lo
definen (líneas, colores, volúmenes) para dejar
paso a un conjunto en permenente evolución
que gira en torno al espacio.
central en torno al que giran sus obras,
instalaciones que al combinar realidades
cambiantes como la iluminación o la misma
posición del espectador se convierten en algo
tan abierto y cambiante como una conversación
en tres dimensiones.
autor, “tienen como elemento común la
transparencia a través del uso de colores
primarios de vidrio que, superponiéndose
unos a otros, crean fusiones de color como
en la paleta de un pintor.es la verdadera protagonista en mi obra ya
que es capaz de modificar la escultura y el
espacio que la rodea haciendo que estos
dos formen un todo lleno de colores, sombras
y reflejos”.