En el Energy3 Innovation-Days organizado por
Schüco, el arquitecto catalán ha abogado por destinar los esfuerzos económicos a cambiar la mentalidad de la sociedad hacia la sostenibilidad.
El prestigioso consultor y proyectista agradeció a Schüco su apuesta decidida por la eficiencia energética para las envolventes de los edificios.
Si conceptos como diseño, confort o energía eficiente son cuestiones tremendamente culturales, ¿por qué escatimar recursos económicos en educar a la sociedad para que los exija en sus edificios? Ésta es la principal pregunta que se ha hecho el arquitecto
Xavier Ferrés en el
Gran Debate de la Arquitectura Sostenible convocado por Schüco, donde no eludió la responsabilidad de su profesión a la hora de enseñar a los ciudadanos a hacer un buen uso de sus viviendas.
Vinculado durante toda su carrera profesional al mundo de las
fachadas ligeras, Ferrés, que participó en el
Energy3 Innovation-Days de
Schüco, proveedor líder en envolventes de vanguardia para edificios, lanzó interesantes propuestas para generar en el ciudadano la necesidad de consumir energía de una forma racional y eficiente. En el debate, celebrado en Barcelona, también participaron arquitectos de la talla de
Enric Massip-Bosch y Schuichi Kobari, además de
Salvador Samitier, Director de la Oficina Catalana de Cambio Climático. Los asistentes presentaron su visión de la sostenibilidad y Xavier Ferrés señaló a la industria como la gran responsable del sector en la aplicación de criterios de eficiencia energética en la edificación.
Xavier Ferrés se dirigió al director técnico de Schüco, Ángel Funcia, también presente en el debate, para agradecerle el esfuerzo de la compañía por su decidida apuesta por la eficiencia energética, “celebro que haya empresas de vuestro nivel que cueste lo que cueste apuesten por la concienciación e incluso la imposición de criterios de eficiencia y sostenibilidad. Nuestro colectivo está más que convencido de lo que hay que hacer, por iniciativa propia o porque la industria lo imponga hay que hacerlo”, sentenció.
Un cambio global en la mentalidad de la sociedadLa necesidad de un cambio global en la mentalidad de la sociedad centró buena parte de su exposición de ideas, “a veces es todo tan sencillo como saber usar las cosas y mirar lo que hemos hecho durante años, cosas tan elementales como abrigarse, ventilar correctamente, o controlar la luz y el sol, apagar las luces, bajar las escaleras andando en lugar de utilizar el ascensor”, para Xavier Ferrés la responsabilidad del proyectista pasa por, no sólo el diseño de los edificios, sino también por la educación de los ciudadanos en cómo tienen que usarlos y vivir en ellos, “es la parte de responsabilidad que tenemos los que estamos haciendo ciudades que no paran de crecer”, afirmó el arquitecto.
Con una trayectoria profesional enfocada no sólo al diseño, sino también a la asesoría y consultoría, Ferrés opina que es importante intervenir durante todo el proceso de edificación para dotarlo de la calidad y las prestaciones objetivo de la obra. Se rebela a que los edificios se queden obsoletos en un corto periodo de tiempo y es firme defensor de la importancia de la rehabilitación,
“es tremendo que haya edificios con una esperanza de vida de tan sólo 18 años porque ha caducado su modelo. No se trata de demolerlos, sino de reinvertir para ponerlos de nuevo en el mercado”. Para ello, Xavier Ferrés señala de nuevo a su profesión, “como arquitectos debemos pensar con flexibilidad en las necesidades presentes y futuras de la obra, prever huecos, elementos estructurales y hacer estudios urbanísticos más profundos, para poder tener edificios con un gálibo más racional”.
Esta misión no podrá hacerse a no ser que se cuente con la colaboración del mercado, pero no hay duda de que los condicionantes de la actual coyuntura económica y social no ayudan a la implantación de criterios de sostenibilidad en la edificación,
“no estamos trabajando todos en la misma dirección. El mercado y la economía van por un camino y nuestras ideas por otro y muchas veces es difícil poder combinarlos”. El arquitecto es consciente de que hoy en día el “precio de venta” de un proyecto de edificación o rehabilitación condiciona tremendamente la decisión del cliente final que no se para a pensar en las mejoras implementadas para conseguir un ahorro de energía en el futuro con el consiguiente retorno de la inversión.
“De qué nos sirven las subvenciones para cambiar las ventanas”, se pregunta Xavier Ferrés que opina que es mucho más difícil pensar en términos exclusivamente económicos que formar a la gente para que demande edificios eficientes energéticamente, respetuosos con el entorno y con las generaciones que nos van a seguir.
“Las subvenciones no son importantes y creo que a base de subvenciones no se tiene que hacer arquitectura. Los costes obviamente me interesan, pero las cosas valen lo que valen, y el sobrecoste hay que asumirlo pensando en el futuro, en la racionalidad del uso, y en los programas de mantenimiento. Estamos equivocando el discurso pensando sólo en la rentabilidad cuando también hay que reflexionar sobre nuestra responsabilidad como proyectistas”, ha asegurado.