El restaurante El Merca’o ocupa dos plantas: la primera conectada con el mercado y la segunda ubicada en semi-sótano. La escalera organiza el acceso desde la calle a modo de descansillo central. Se ofrece también dos espacios, dos modos diferentes de estar: uno cotidiano, abierto, flexible, vinculado a las circulaciones de la calle y del propio mercado, organizando las circulaciones y accesos a través del bar; y otro más profundo, austero, vinculando su atmósfera con el concepto de bodega, de lugar bajo tierra (exponiendo la cimentación del propio edificio en acuarios-vitrina de vidrio) y ofreciendo un receptáculo reposado, sereno y más tranquilo.
Destaca la conexión planteada con el exterior: calle y mercado, que se genera a través de filtros, en este caso, curiosamente, peceras de vidrio rellenas de botellas de vidrio verde, que filtran la luz y las vistas.
Esta utilización de botellas de vidrio reafirma su argumento de utilización de elementos relacionados con la cocina-comida-mercado, sacados de su contexto y ofrecidos y expuestos como los cuadros de Warhol: botellas vacías (o bebidas), cacerolas, tablas de carnicero..., no como simples láminas, sino “arquitecturizados” (si es que existe este vocablo): celosía de botellas de vidrio verde, luminarias y techos acústicos de calderetes, mesas, bancos y suelos de tablas de carnicero...
• Obra: Restaurante El Merca’o en Pamplona (Navarra, España)
• Arquitectos: Antonio Vaíllo i Daniel, Juan L. Irigaray Huarte y Daniel Galar Irurre de Vaíllo & Irigaray
• Botellas de vidrio: Vidrala S.A