lanzan sus grandes obras a través del cielo, descubriendo un nuevo mapa vertical en las grandes ciudades. El Burj Khalifa, en Dubai, el edificio más alto construido, con una altura de 828 metros, es una muestra de la inmensidad de las edificaciones de este siglo. Otro ejemplo de formas singulares lo encontramos en el Marina Bay Sands, el nuevo casino, de Singapur, con la piscina elevada más larga del mundo.
la torre Triangle, en París, volvemos a encontrar formas piramidales e irregulares. Con esta nueva filosofía arquitectónica que inunda cada vez más nuestras ciudades, la estética urbana está cambiando significativamente. Gracias al sumo cuidado de los profesionales relacionados en el mundo de la arquitectura, cuesta creer que se sigan construyendo edificios donde no se valora la armonía y bienestar de los que habitarán en ellos.
más de 3.000 años de antigüedad, que ha sido utilizada a lo largo de la historia para favorecer una vida adecuada, a través de las viviendas. Se trata del Feng Shui, cuya filosofía se ha ido traspasando de generación en generación. Y no me refiero a la vertiente más esotérica en que se ha convertido para algunos este arte milenario, sino al aspecto estructurado y lógico, con resultados tangibles y estudiados a través de millones de experiencias
La forma del plano del edificio es una de las características que facilitará, o no, una buena adaptación al medio, de las personas que lo habitarán. Se ha estudiado que las personas se sienten más seguras y cómodas en estructuras diseñadas en forma cuadrada o rectangular. Vivir en casas con formas puntiagudas no favorece una buena estabilidad ni armonía, más bien al contrario: la gente se siente incómoda y nerviosa. Los humanos solemos huir de las formas de flecha, ya que las consideramos un peligro. El origen lo podemos encontrar en las formas de la naturaleza. En ella no encontraremos formas angulosas (planetas, árboles, montañas, fruta, animales, etc., son redondos o redondeados, salvo raras excepciones).
seguridad. Es estable y de carácter permanente. Da equilibrio. Por eso, en nuestro hogar, se estiman en suma importancia estos valores. El hecho de que los edificios se construyan en realidades triangulares o que algunos pisos tengan unas formas irregulares (boomerang, “L”, “U” o cualquier otra que no sea cuadrada o rectangular), aparte de desaprovechar muchos espacios, comporta una muy posible desorientación de sus habitantes e infravaloración de zonas. Es curioso observar en algunas de mis consultas profesionales, visitando espacios irregulares, cómo sus habitantes coinciden en indicar que disponen de habitaciones en las que no suelen vivir en absoluto o que sus invitados se suelen desorientar a menudo.
se encarga de crear el diseño del edificio, es quien debe velar por las necesidades, seguridad y bienestar de las personas que habitarán en su obra. Arquitectura es arte, técnica y buena práctica. Tal vez sería conveniente realizar un seguimiento posterior, al cabo de un año, dos o cinco, para comprobar si su edificio ha conseguido mantener los valores de bienestar para sus habitantes (salud, armonía, tranquilidad,
Por ello, lanzo aquí un deseo: que los arquitectos/as del siglo XXI sean conocidos por crear, además de espacios bellos estéticamente, lugares que favorezcan el bienestar de las personas que usen sus
Maria Iglesias
Coach, Máster-trainer en PNL
y Consultora profesional de Feng Shui.
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