El fabricante suizo de perfiles intercalarios SWISSPACER ha puesto en marcha una estrategia de sostenibilidad global con el objetivo de examinar con detalle sus propios procesos y mejorar sus productos.
En todo el mundo aumentan los esfuerzos dirigidos a conseguir cuanto antes la neutralidad climática. Por el momento, Francia va en cabeza y ha endurecido las normas que se aplican a los nuevos edificios. «Tarde o temprano, los fabricantes y constructores de ventanas de otros países también van a tener que analizar a fondo el tema de los balances ecológicos», afirma Mario Kindler, Gestor de Producto de SWISSPACER. Para ello, se necesita una base de datos adecuada. La empresa suiza publicó hace poco las declaraciones ambientales de producto (DAP) de sus perfiles intercalarios y barrotillos, que proporcionan datos fiables sobre las propiedades ambientales de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida.
Francia muestra el camino a seguir con la normativa térmica para nuevos edificios RE2020, que ha entrado en vigor a principios de este año e impone desafíos exigentes al sector de la construcción. Entre sus objetivos se encuentran reducir un 40 por ciento todas las emisiones de CO2 con respecto al año 1990 hasta el año 2030 y lograr la neutralidad climática de los edificios nuevos para 2050. Ya no se trata solo de la eficiencia térmica, sino de analizar el ciclo de vida completo de los edificios. Todos los elementos que se instalan en un edificio, como las envolventes de los edificios, los pavimentos y las ventanas, tienen un gran impacto en el medioambiente, ya sea por la energía que se consume durante su fabricación, las emisiones de CO2 o los residuos que generan.
El pilar de esta normativa es la etiqueta estatal de construcción sostenible E+C-. Pero además del balance energético positivo de los edificios, también persigue el objetivo de reducir las emisiones de CO2 a lo largo de todo su ciclo de vida. La normativa define umbrales máximos de emisiones de CO2 y necesidades energéticas, así como requisitos mínimos de confort interior. Por tanto, esto favorece mucho a los materiales de construcción con un balance de CO2 bajo y mayores propiedades aislantes, ya que tendrán mejores oportunidades de mercado.
«Tenemos que prepararnos para cumplir estos requisitos y poner a disposición de nuestros clientes estos datos cuanto antes», comenta Mario Kindler. Las declaraciones ambientales de producto (DAP) son una base fundamental para el análisis ecológico del edificio. Estas declaraciones están verificadas por una tercera parte independiente y proporcionan información transparente y comparable sobre el impacto ambiental de los productos a lo largo de todo su ciclo de vida.
«Somos conscientes de que el balance ecológico es un tema que todavía tiene poca importancia en el sector de la construcción de ventanas», dice Kindler. «Pero eso puede cambiar enseguida: si otros países hacen presión con normativas más rigurosas o en Europa se aplican criterios más estrictos en los concursos o a la hora de adjudicar contratos públicos, el mercado interior y las exportaciones pueden verse afectados rápidamente».
Además, SWISSPACER quiere ayudar a sus clientes a superar los futuros desafíos. «Lo primero que hemos hecho ha sido publicar nuestras propias DAP. Ahora estamos en contacto con diferentes fabricantes de vidrio aislante para desarrollar declaraciones ambientales de producto conjuntas y hacer avanzar a todo el sector», explica Kindler.
SWISSPACER participa en el proyecto de investigación NEST que se lleva a cabo en el CAMPUS DE EMPA, en la ciudad suiza de DÜBENDORF, y donde se ensayan tecnologías y conceptos nuevos y se recopila experiencia para continuar fomentando la sostenibilidad en el sector de la construcción.