Sotraver: 32 años de satisfacción con Bystronic glass

Sotraver es una empresa transformadora ubicada en una nave industrial en el sudoeste de Le Mans (Francia) y cuya oferta incluye una extensa variedad de productos, para lo que utiliza mayoritariamente maquinaria de Bystronic glass, desde fabricación de vidrio laminado hasta diferentes modalidades de vidrio aislante con intercalarios metálicos o

La empresa fabrica anualmente unos 250.000 m2 de vidrio aislante en un total de tres líneas, y produce además cerca de 100.000 m2 de vidrio laminado, utilizando también maquinaria del grupo Bystronic glass.


Dispone también de una amplia superficie para el corte del vidrio con varios almacenes compact’storer en los que se guardan las hojas de vidrio antes de clasificarse en función de sus dimensiones y enviarse a una de las dos mesas de corte.
A esto hay que añadir otras dos mesas de corte de vidrio laminado con sus correspondientes áreas de almacenamiento.
Por razones prácticas, Sotraver vende casi exclusivamente Unidades de Vidrio Aislante hasta dimensiones jumbo con intercalario TPS®.
En palabras del Director General Jean-François Sans, “la aplicación del Thermo Plastic Spacer flexible es mucho más fácil que manejar intercalarios metálicos de gran longitud”.
Jean-François Sans pertenece a la segunda generación de esta empresa familiar fundada en 1976. Su padre empezó instalando vidrio para pasar posteriormente a la fabricación manual de vidrio aislante y, después de dos años, amplió su oferta de productos gracias a la adquisición de su primera máquina de Bystronic glass, una extrusora de butylo.
A partir de ese instante Sotraver ha sido cliente de Bystronic glass durante más de 30 años. Después de entrar en la compañía Jean-François Sans en 1980, Sotraver se centró exclusivamente en la transformación del vidrio: en 1985 la empresa invirtió en su primera línea de fabricación de vidrio aislante Bystronic glass y en 1992 empezó a fabricar vidrio laminado.
Nuevas instalaciones y maquinaria
Hasta 2008 la firma, dirigida por un fanático de los deportes de motor como es Jean-François Sans, se ubicaba cerca del recinto donde se celebran cada año las 24 horas de Le Mans. Debido a que el espacio disponible impedía más ampliaciones, la empresa se trasladó a un polígono industral a 10 Km. de distancia, en el que construyó un moderno edificio de oficinas y nave industrial.
Las ideas arquitectónicas y de diseño partieron de su esposa, mientras que para la parte industrial Jean-François Sans contó con la colaboración de su propio equipo y de personal de Bystronic glass. “Durante el traslado desechamos maquinaria antigua y diseñamos la nueva nace acorde con los nuevos equipos”, recuerda Jean-François Sans al tiempo que enfatiza la excelente co-operación con Bystronic glass: “Es de gran importancia para mí trabajar con alguien que asume desde el principio el proyecto, reconoce y entiende nuestras necesidades y planifica las soluciones a partir de ahí”.
La calidad como referencia

“Aunque compramos maquinaria de otras firmas, como por ejemplo un horno de templado, generalmente compramos Bystronic glass”, explica Jean-François Sans, quien establece una comparación con los deportes de motor para argumentar esta política: “La fiabilidad de Bystronic glass es como la de un coche tras ganar las 24 horas de Le Mans”.


Esta carrera, que se celebró por primera vez en 1923, era en su origen una especie de test de larga distancia en el que los fabricantes de coches ponían a prueba la durabilidad y el desarrollo técnico de sus vehículos. En este contexto, la fiabilidad de las máquinas y la calidad del producto final es para Jean-François Sans mucho más importante que cualquier cuestión de precios: “Cada avería que hace para nuestra producción le cuesta un montón de dinero a la compañía. Prefiero siempre invertir el dinero en maquinaria en la que pueda confiar, y confío en la maquinaria de Bystronic glass”.

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Fecha de publicación: 12/09/2010