Como en cualquier actividad industrial, las
empresas dedicadas a la fabricación de
cerramientos metálicos están obligadas a
cumplir con los requisitos que emanan de la
Ley de Prevención de Riesgos Laborales. La
salud de los trabajadores puede verse afectada
por el desarrollo de su actividad en las
empresas y es la mencionada ley, y los reglamentos
que la desarrollan, la que instruye a
los empresarios para que estos puedan
establecer, dentro de su organización, las
pautas de conducta necesarias que ayuden
a reducir los riesgos inherentes a los puestos
de trabajo, evitando, en consecuencia, desagradables
accidentes laborales.
un sistema preventivo, lo que la Ley
define como un Plan de Prevención, que permita
integrar la prevención de riesgos laborales
a toda la organización y en todos los
niveles jerárquicos de la misma. Con ello debe
conseguirse que la prevención sea un “asunto
de empresa” concerniente a cualquier estamento dentro de la misma, desde la fase productiva
hasta el máximo nivel ejecutivo. No en
vano, el legislador se ha preocupado, desde
la aparición de la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales en 1995 hasta la fecha,
en desarrollar, implantar, modificar y, en resumen,
establecer un marco jurídico que, avalado
por empresarios y trabajadores, permita
darle la vuelta a la lacra de los accidentes
laborales en nuestro país.
empresas y la implantación de las medidas
correctoras derivadas de las evaluaciones de
riesgos propuestas por los servicios de prevención,
tiene, evidentemente, un coste,
pero los accidentes laborales, y todo lo que
en consecuencia originan en forma de paradas
intempestivas de la producción, daños
en la propiedad, formación de suplentes,
gastos sociales, etc., tiene un coste calculado
mucho superior. Todo ello sin tener en
cuenta el daño físico del accidentado y también
el daño moral tanto del accidentado
como de su entorno familiar.
en este campo y la necesidad de técnicas
especializadas en muchas de las
aplicaciones hacen que el empresario necesite
de asesoramiento experto para una eficiente
y efectiva implantación de la
prevención en la empresa. Recurrir a un servicio
de prevención ajeno es, a la práctica, el
sistema más eficaz para conseguirlo. El servicio
de prevención, aparte de la realización
de las evaluaciones y planificaciones correspondientes
a los puestos de trabajo, está
siempre al servicio de la empresa para cualquier
consulta asesorando al empresario
acerca de las reglamentaciones que continuamente
van apareciendo de una forma
lógica en una actividad, la de prevención de
riesgos laborales, sujeta al dinamismo de
cambios sociales y a directivas de rango
europeo que se transponen a la legislación
de cada estado miembro de la UE.
existen una serie de riesgos genéricos
propios de la actividad que, salvando las
diferencias que pueden encontrarse entre los
distintos sistemas de fabricación, son comunes
en la mayoría de empresas del ramo.
Una elemental enumeración de estos riesgos
contendría los siguientes:
en el montaje de los cerramientos de
aluminio y en las operaciones de carga y
descarga de materiales.móviles de máquinas
:carentes de protección fija que evite
el contacto con los útiles en movimiento.herramientas
:portátiles (taladro, radial, etc.).
perfiles de aluminio.
Amoladoras que no dispongan de pantalla
de protección.
enumeración no exhaustiva de riesgos previsibles
en la actividad que comentamos,
redactada a título de ejemplo. Para cada
riesgo existen medidas preventivas o correctoras
de defectos tendentes a evitar cualquier
suceso que derive en accidente o
enfermedad profesional. Se trata en definitiva
de controlar el riesgo, aquel que no se puede
evitar para el ejercicio de la profesión, reduciendo
la accidentalidad al nivel mínimo posible.
Hay que tener en cuenta que un
accidente no es más que un problema de
gestión; algo se gestiona mal en empresas
con alta siniestralidad.