Las ventanas, puertas y cerramientos acristalados desempeñan un papel crucial en el aislamiento acústico de una vivienda. Al renovar estas estructuras, es esencial considerar su impacto en la reducción del ruido. Las ventanas antiguas a menudo carecían de aislamiento térmico y acústico, pero las modernas ofrecen una solución eficiente para bloquear casi cualquier sonido. La elección adecuada, sin embargo, requiere un diagnóstico preciso del problema acústico de cada hogar.
El perfil o marco de la ventana desempeña un papel clave en el aislamiento acústico. La impermeabilidad al aire es fundamental, ya que las ondas sonoras viajan a través de él. La calidad del sistema de perfiles afecta directamente a la permeabilidad al aire, evidenciando la diferencia entre ventanas antiguas y eficientes.
Para combatir problemas de ruido, se recomienda optar por ventanas practicables, como las abatibles u oscilobatientes, en lugar de las correderas tradicionales. Estas ofrecen un cierre de triple junta que impide la filtración de ondas sonoras, mejorando significativamente el aislamiento acústico.
El espesor y la composición del vidrio son factores clave en el aislamiento acústico. Un mayor espesor proporciona un mejor aislamiento. La variación en el espesor de las hojas en las unidades de vidrio aislantes mejora el rendimiento acústico. Además, la elección de butirales específicos en vidrios laminados también contribuye a una mayor atenuación del ruido.
Las persianas, a menudo pasadas por alto, son cruciales para el aislamiento acústico. Un cajón de persianas de mala calidad o mal instalado puede convertirse en una fuente de problemas. Su instalación adecuada por profesionales es esencial para garantizar que no afecten negativamente al rendimiento del conjunto.
Estos detalles se encuentran detallados en el Código Técnico de la Edificación, que establece valores mínimos permitidos según la zona geográfica, entre otros aspectos.
Informe cortesía de Grupo Ayuso [email protected]