Las unidades de vidrio aislante (UVA) son fundamentales para la eficiencia energética de los edificios, y la tasa de llenado de gas argón es clave para su rendimiento térmico. SPARKLIKE promueve el control preciso de esta tasa de llenado para garantizar un aislamiento eficaz y reducir el consumo energético, destacando la importancia de una medición adecuada para mantener la calidad a largo plazo.
Las unidades de vidrio aislante (UVA) son fundamentales para el aislamiento térmico y la eficiencia energética de los edificios. Estas unidades, al estar rellenas de gases nobles como el argón, ofrecen un rendimiento superior al aire en términos de aislamiento térmico y reducción del ruido. Sin embargo, el control de la tasa de llenado de estos gases es un aspecto crítico que influye en la eficiencia energética a largo plazo. Aunque algunos fabricantes se enfocan solo en la presencia de gas, es la tasa precisa de llenado la que garantiza un rendimiento óptimo.
La tasa de llenado de gas en una UVA está directamente relacionada con su eficiencia térmica. Un mayor porcentaje de argón en la cavidad mejora el valor U de la unidad, lo que disminuye la transferencia de calor y, por lo tanto, reduce el consumo energético. Un estudio demuestra que una caída en los niveles de gas argón puede aumentar el valor U en un 0.07 BTU/(h·ft²·°F), lo que conlleva a un mayor gasto energético. Este fenómeno subraya la necesidad de un control preciso de la cantidad de gas en cada unidad.
La pérdida gradual de gas en las unidades de vidrio aislante no es evidente a simple vista. Sin embargo, a medida que los niveles de argón disminuyen con el tiempo, la eficiencia del aislamiento térmico se ve comprometida, lo que incrementa las demandas de calefacción o refrigeración. Incluso pequeñas reducciones en los niveles de gas pueden tener un impacto significativo en el rendimiento energético de las UVAs, lo que resalta la importancia de un control de calidad riguroso durante la fabricación.
El llenado de las unidades de vidrio aislante con argón implica un costo adicional mínimo, pero proporciona una ventaja considerable en términos de rendimiento. Mantener una tasa precisa de llenado requiere prácticas de fabricación de alta calidad, como sellados eficientes y herramientas de medición de precisión. Los dispositivos de medición no destructiva, como los de SPARKLIKE, permiten a los fabricantes controlar la cantidad de gas argón de manera exacta y sin dañar las unidades, asegurando la calidad y longevidad del producto.
Investigaciones recientes de empresas como AKZONOBEL* han demostrado que las unidades con niveles de argón superiores al 90 % tienen un valor U significativamente inferior en comparación con las que contienen menos gas. De hecho, la falta de gas puede empeorar el valor U hasta en un 30 % en comparación con el valor especificado. Esto enfatiza la relevancia de un proceso de fabricación controlado, que garantice la concentración adecuada de argón y, por ende, un rendimiento térmico eficiente.
El control de calidad es esencial para asegurar que las unidades de vidrio aislante mantengan una tasa de llenado precisa. Los fabricantes deben adoptar prácticas rigurosas de medición de gas para asegurar que las unidades no solo contengan gas, sino que alcancen los niveles óptimos necesarios para un rendimiento eficiente. Las tecnologías de medición avanzada, como las ofrecidas por SPARKLIKE, permiten verificar la concentración de gas sin comprometer la integridad del producto, mejorando así la calidad a largo plazo.
*Fuente: D. Lange. 2012. Energy Saving Without Noble Gas Filling? AkzoNobel.