Las puertas de garaje se presentan en varios tipos, incluyendo enrollables, correderas y abatibles. Las puertas enrollables, compuestas por lamas que se enrollan en un tambor superior, son ideales para espacios reducidos, proporcionando una apertura compacta y eficiente. Las puertas correderas, que se deslizan lateralmente, son útiles para garajes con suficiente espacio lateral, mientras que las puertas abatibles se abren hacia el exterior en uno o dos paneles, facilitando una entrada amplia pero requiriendo más espacio frontal. Por otro lado, las cancelas, a menudo usadas en entradas de fincas o áreas exteriores, pueden ser fijas o móviles, y se destacan por ofrecer una barrera de seguridad efectiva y una estética elegante. La selección entre estos tipos depende de factores como el espacio disponible, la frecuencia de uso y las necesidades específicas de seguridad y diseño.
Las puertas enrollables y seccionales son soluciones efectivas y versátiles para el cerramiento en diversos espacios industriales y comerciales. Las puertas enrollables, formadas por lamas que se enrollan en un tambor superior, se destacan por su capacidad de ahorro de espacio y su alta resistencia a las inclemencias meteorológicas. Están diseñadas con características como lamas autoblocantes para una seguridad adicional y un sistema de seguridad que evita caídas en caso de fallo del motor. Estas puertas ofrecen una opción personalizable mediante impresión HD, adaptándose a necesidades específicas y proporcionando un cierre compacto y funcional.
Por otro lado, las puertas seccionales están compuestas por paneles sándwich rellenos de poliuretano, que ofrecen un excelente aislamiento térmico. Su diseño permite que se deslicen verticalmente hacia arriba y se alineen paralelamente al techo, lo que maximiza el espacio libre tanto en el interior como en el exterior del garaje o nave. Este tipo de puerta proporciona un sellado efectivo contra elementos externos gracias a sus juntas de estanqueidad y opera de manera silenciosa y suave, con un sistema de bloqueo que previene el movimiento involuntario en presencia de obstáculos. Ambas opciones presentan ventajas significativas, y la elección entre ellas dependerá de las necesidades específicas del espacio y del uso previsto.