Los toldos para ventanas controlados automáticamente de la firma Markilux se encargan de reducir la temperatura en la casa y ahorran energía, reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera.
En los pasados cinco años hemos tenido en España, según AEMET, el quinquenio más cálido desde que hay registros. Y, al parecer, esta tendencia sigue afianzándose en el año actual. Un sombreado exterior de las ventanas, bien planificado, por ejemplo con toldos verticales, es por lo tanto muy inteligente, ya que evita que los espacios interiores se calienten demasiado. Esto ahorra de forma activa energía de refrigeración para la climatización de edificios y reduce con ello las emisiones de CO2 a la atmósfera.
El cambio climático también es cada vez más perceptible en España. La falta de lluvias y las temperaturas récord durante los últimos cinco veranos son indicadores claros de ello. La consecuencia: sin un sombreado exterior, los edificios se calientan aún más rápido especialmente cuando tienen grandes superficies acristaladas. Para la entrada de calor, la orientación de las ventanas y el tipo de acristalamiento son decisivos. Una protección solar exterior, materializada por ejemplo con toldos verticales, puede evitar que los espacios interiores se calienten demasiado en verano.
Para ello existen modelos en los más diversos tamaños. Los toldos verticales cierran los ventanales de forma óptima, dejando el calor fuera, afirma Michael Gerling, director general técnico y de producción del fabricante de toldos Markilux. “Nuestros toldos verticales pueden ser montados en la pared de la casa o a ras en un hueco. Las ventanas están así muy bien protegidas, especialmente en nuestros modelos con sistema tracfix, en los que la lona es guiada e introducida en los carriles.“
Los toldos verticales controlados automáticamente ofrecen en verano
unas agradables temperaturas en el interior de la vivienda.
A esto hay que añadir que la lona de protección solar hace que más del 30 por ciento de la energía solar sea reflejada. De ello se encargan pigmentos especiales trabajados en la superficie del tejido vuscreen utilizado, ligeramente transparente.
Así es que habitáculos sombreados desde fuera, según un estudio realizado por la Asociación Industrial de Automatización para Persianas y Protección Solar (IVRSA) en el año 2018, muestran hasta diez grados menos de temperatura que aquellos no sombreados. El estudio también demostró que con ello se puede ahorrar hasta un 50 por ciento de la energía refrigerante activa, requerida por los ventiladores y equipos de aire acondicionado. Con ello, según indica la Asociación IVRSA, se podrían reducir anualmente las emisiones de CO2 en seis millones de toneladas, si todos los edificios obtuviesen una sombreado exterior eficiente. Esto requiere, a su vez, un funcionamiento automático eléctrico de los equipos. Sólo así se puede aprovechar de forma eficiente el efecto refrigerante.
Los toldos verticales pueden ser controlados, según afirma Michael Gerling, con sensores o un temporizador, permitiendo también integrarlos en un sistema de hogar inteligente (Smart Home-System). En palabras de Gerling: “Con una aplicación y un smartphone se puede controlar muy fácilmente el funcionamiento y bajar la protección solar antes de que las temperaturas exteriores aumenten“.
La ventaja de los toldos es que no oscurecen por completo el espacio y que es posible una renovación de aire a través de la lona del toldo. Un sombreado exterior bien planificado es, por lo tanto, una inversión inteligente que protege frente a espacios sobrecalentados en verano y cuida al mismo tiempo el medio ambiente.
Los toldos de Markilux pueden ahorrar hasta un 50 por ciento de la energía refrigerante activa.