En comparación con un doble acristalamiento estándar, un triple acristalamiento ofrece excelentes valores de aislamiento que con toda probabilidad se convertirán en el estándar futuro, si bien presenta algunos inconvenientes: un triple acristalamiento tiene inevitablemente mayor grosor y más peso, lo que complica su montaje, requiriendo además perfiles reforzados para su instalación en ventanas y fachadas. Lisec ofrece ahora una solución a estos problemas.
La idea de Lisec es utilizar vidrios templados ultrafinos, lo que permite reducir el peso de un triple acristalamiento hasta el peso normal de un doble acristalamiento convencional, permitiendo una fabricación más flexible y un producto final de mayor durabilidad, lo que acaba resultando en una mayor eficiencia. Una posible configuración consistiría en un vidrio exterior monolítico de 4 mm. de espesor, un vidrio templado de 2 mm. de espesor dentro de la cámara y un vidrio monolítico de 3 mm. en la cara interior. El resultado es un peso de solamente 22’5 Kg/m2, con un valor Ug = 0.6 W/m2 y una transmisión luminosa del 73%, mientras que la transmisión total es del 61%, con también un óptimo aislamiento acústico.
Igualmente importante es el efecto membrana del vidrio templado, que contribuye a reducir las distorsiones ópticas y que compensa las fluctuaciones de temperatura dentro de la cámara, además de hacer casi imposible que el acristalamiento se rompa.
Este nuevo desarrollo tiene un enorme potencial de mercado tanto por su peso reducido como por su alto aislamiento y su facilidad de instalación, y a diferencia de otras tecnologías de futura implantación puede fabricarse desde ahora mismo con la maquinaria de la firma Lisec.