La 'Casa de Campo' en Zafra de Záncara (Cuenca), diseñada por Estudio Canobardin, ha ganado el Premio COACM Arquitectura Obra Nueva Vivienda. El jurado destacó su habilidad para integrar modernidad y tradición, capturando y sosteniendo el paisaje local.
En la reciente gala de los II Premios de Arquitectura y Urbanismo del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha, celebrada en Cuenca, la 'Casa de Campo' en Zafra de Záncara, obra de Estudio Canobardin, recibió el Premio COACM en la categoría de Arquitectura Obra Nueva Vivienda. El galardón fue entregado por Juan José Ramón, presidente de la demarcación de Cuenca del COACM, y recogido por Julio Cano, quien expresó su orgullo y gratitud por el reconocimiento.
El jurado destacó que la 'Casa de Campo' “atrapa el paisaje sosteniendo, desde la modernidad, la tradición viva”. Julio Cano valoró especialmente esta apreciación, señalando que el proyecto logró armonizar la construcción con el entorno natural de Zafra de Záncara, un rincón solitario de Cuenca. Esta integración fue tan efectiva que algunos asistentes en la gala mencionaron que la casa parecía haber estado siempre en el lugar.
Construida en una finca agrícola de La Mancha alta conquense, la casa se diseñó para ser una segunda residencia que fomente el desarrollo sostenible y el turismo rural. La vivienda se adapta al entorno y al clima hostil de la región mediante técnicas de construcción locales, incluyendo muros de carga de bloque de termoarcilla que ofrecen un excelente aislamiento. La autonomía energética se logra con una instalación solar fotovoltaica y una caldera de biomasa, que permiten a los propietarios disfrutar de la casa independientemente de suministros externos.
La casa, construida en 2022, presenta dos volúmenes que proporcionan privacidad y zonas protegidas. El diseño aprovecha el desnivel del terreno y la orientación hacia los largos horizontes, facilitando una adecuada climatización y eficiencia energética. Las pequeñas ventanas cuadradas enmarcan las vistas cambiantes del campo y protegen el interior del clima extremo. El uso de materiales y técnicas locales garantiza una integración perfecta con el paisaje.
Julio Cano considera que la 'Casa de Campo' contribuye al desarrollo rural real, en contraste con grandes proyectos de energías renovables que, según él, no benefician directamente a los pueblos locales. Destaca la importancia de revitalizar las áreas rurales mediante propuestas de calidad que valoren el potencial local y protejan el medio ambiente. La construcción de la casa, realizada por profesionales de la comarca, ha sido fundamental para mimetizar la arquitectura con su entorno y apoyar el desarrollo sostenible en la región.