K·LINE inaugura oficialmente las obras de su nueva planta en Lliçà de Vall. El acto, liderado por Miquel Sàmper i Rodríguez y Juan Carlos Castaño, refuerza la apuesta por la reindustrialización sostenible y la generación de más de 100 empleos. La instalación contará con tecnologías renovables y centralizará las operaciones en España, simbolizando el compromiso con la sostenibilidad.
El pasado 11 de marzo de 2025, K·LINE marcó un hito estratégico con la colocación de la primera piedra de su futura planta en Lliçà de Vall. Este evento oficial contó con la participación de Miquel Sàmper i Rodríguez y Juan Carlos Castaño, destacando como una inversión clave para la sostenibilidad industrial en Cataluña. La nueva instalación, que generará más de 100 empleos, centralizará las operaciones de la empresa en España con un diseño moderno y eficiente.
Durante la ceremonia, una urna con un sistema de cerramiento K·LINE y documentos representativos fue enterrada, reforzando el compromiso tecnológico y local de la empresa. Este gesto, que incluyó tierra de Lliçà de Vall, simbolizó la conexión con el territorio y la apuesta de la familia Liébot, propietaria del grupo.
La inversión de K·LINE ha contado con el respaldo de figuras clave como el alcalde Ferran Ballestà y el consejero delegado de ACCIÓ, Jaume Baró, quienes resaltaron su impacto económico y social. Desde el Grupo Liébot, Pierre Helvig reafirmó el compromiso de la matriz con el desarrollo de su filial española y la estabilidad jurídica del entorno catalán.
El proyecto, a cargo de la firma Viscola, especialista en ingeniería industrial, busca fortalecer el tejido económico y técnico de la región. Las instalaciones implementarán tecnologías renovables, alineándose con los objetivos de sostenibilidad.
La nueva planta de K·LINE, con finalización prevista para primavera de 2026, integrará energía solar y tecnologías modernas, reduciendo la huella ambiental. Además, consolidará la actividad operativa en un solo emplazamiento, optimizando los recursos y mejorando la eficiencia. La iniciativa subraya el compromiso de K·LINE con la innovación y el desarrollo sostenible, posicionando a Lliçà de Vall como referente en el sector.
Con la creación de más de 100 nuevos puestos de trabajo, esta inversión no solo es una mejora operativa, sino también una oportunidad significativa para la comunidad local, estimulando el crecimiento económico en la región.