La artista eslovaca Helena Tapajnová extrae nuevas cualidades del vidrio a través del contraste entre transparencia y translucidez y una intensa interacción con el color, un método que le permite recrear espacios soñados y plasmar en objetos tridimensionales fenómenos ambientales como la transición entre la noche y el día.
El vidrio es para la artista Helena Tapajnová una herramienta de ilimitadas posibilidades para crear y recrear espacios que tienen su origen tanto en lo onírico como en las creaciones de distintas escuelas artísticas contemporáneas.
Una de sus creaciones más singulares es "New Way", de 2015, en la que el vidrio juega el papel de envolvente de una construcción ecológica. Es una composición inspirada por un sueño de la artista, donde las raíces de la planta quedan semiocultas bajo la parte de vidrio translúcido, mientras que el cuerpo emergente se nos muestra de forma diáfana. Todo ello se logra empleando de manera creativa técnicas conocidas como el soplado y el pegado del vidrio.
También emblemática en la obra de esta artista es su serie de tiestos "Dusk", objetos cuyo uso de la luz y el contraste tiene su origen en la obra pictórica del mítico artista estadounidense Edward Hopper.
Gran parte de cuyos cuadros parten de la idea de la luz exterior penetrando en una estancia y creando sombras y tonalidades en cada uno de los objetos y personas presentes en su interior.
"Civil Dusk", "Nautical Dusk" y "Astronomical Dusk" marcan tres distintos ángulos en los que la luz solar desaparece durante el crepúsculo, cada uno de los cuales da lugar a diferentes tonalidades.
En la fase de "Civil Dusk" se inicia la oscuridad, mientras que "Nautical Dusk" es ya la llegada de la noche con tonalidades que oscilan entre el rosa y el púrpura.
En "Astronomical Dusk", los últimos haces de luz se ven finalmente envueltos por la total oscuridad.