Heinrich Laumann, fundador de VEKA, falleció el pasado lunes 3 de septiembre a la edad de 89 años. Lo hizo dando fin a una larga y satisfactoria vida rodeado de su familia. Con su muerte, la industria de la ventana pierde a uno de los empresarios más distinguidos de los últimos 50 años.
Cuando Heinrich Laumann comenzó con VEKAPLAST a los 40 años en Senderhorst en 1969, nadie podría haber imaginado que la compañía se convertiría en tan solo 50 años en líder mundial en fabricación de sistemas de perfiles de PVC para ventanas, puertas y persianas.
Su visión, coraje y pasión han convertido a VEKA en lo que es hoy. Junto con sus empleados ha conducido a la compañía a un extraordinario éxito y crecimiento nacional e internacional. A lo largo de su vida ha sido respetado por su profundo sentido de la responsabilidad y su visión empresarial. Su carácter amistoso y sincero, y su determinación y acierto en las decisiones que tomaba, lo convirtieron en una figura emprendedora y destacada.
Heinrich Laumann no solo fue capaz de motivar a la gente sino también de conquistarla con sus ideas.
él ha dado forma a la industria con decisiones innovadoras, fomentando el desarrollo del sector. La creación de una fábrica propia para el reciclaje de ventanas de PVC fue solo el principio de su firme apuesta por el respeto al medioambiente. Este trabajo pionero, que comenzó en 1993, es hoy en día la clave en el uso sostenible de ventanas de PVC.
Su enfoque consecuentemente orientado a la calidad ha tenido un impacto positivo y decisivo en el desarrollo de la ventana de PVC. Su visión y capacidad empresarial han proporcionado trabajo estable a más de 5.600 personas en 38 países diferentes. Su gran sentido de la responsabilidad social, ha sido clave en los negocios de Heinrich Laumann, demostrándose mediante su participación en causas benéficas.
En 2008 creó junto con su esposa Rita la "Fundación Heinrich y Rita Laumann", comprometida a ayudar a personas mayores y enfermas. Heinrich Laumann era ciudadano de honor de la ciudad de Sendenhorst y recibió el Premio de la Cruz al Mérito del Servicio Federal Alemán (Bundesverdienstkreuz am Bande). Recibió este honor por sus mayores logros: su logro empresarial en la construcción y expansión de su empresa en Sendenhorst, así como por su sobresaliente contribución personal a la sociedad y el compromiso personal con las personas y la naturaleza.
En nombre de la familia, Andreas Hartleif, presidente de la junta directiva y yerno de Heinrich Laumann dice: "Con gratitud y tristeza, nos despedimos de una persona maravillosa y sobresaliente, con un notable logro de vida. Continuaremos el trabajo que comenzó en su vida con la misma filosofía que estableció."