Arte en vidrio

El universo artístico del estadounidense Caleb Nichols utiliza las texturas y tonalidades del vidrio para reproducir violentos oleajes marinos en los que este material emerge desde las profundidades hasta una erupción llena de vitalidad y realismo que evoca ante nuestros ojos el movimiento del agua con la luz y el color como elementos fundamentales.

La dimensión luminosa
Cada detalle en la obra de la artista suiza Françoise Bolli se basó en las posibilidades expresivas del vidrio, un material capaz de sublimar conceptos como transparencia, ingravidez, luz y cromatismo. El resultado fueron obras que se presentaron ante el espectador como enigmáticas formas tridimensionales y flotantes.

La artista eslovaca Helena Tapajnová extrae nuevas cualidades del vidrio a través del contraste entre transparencia y translucidez y una intensa interacción con el color, un método que le permite recrear espacios soñados y plasmar en objetos tridimensionales fenómenos ambientales como la transición entre la noche y el día.

Hablar de Ivana Mašitová es hacerlo de una de las figuras más internacionales del arte en vidrio de Chequia, una de las escuelas más brillantes del último siglo en este campo de creación. En sus manos, el espacio y el tiempo parecen detenerse alumbrando objetos donde naturaleza y geometría se funden bajo el imperio de la luz y una completa libertad cromática que revelan las infinitas posibilidades evocadoras del vidrio.

La obra en vidrio de Justine McLaren refleja la interacción entre los humanos y el mundo vegetal a través de las plantas en crecimiento en entornos hostiles, un concepto que parte de la idea de supervivencia para apelar a una política de respeto al medio ambiente y sus infinitas manifestaciones y que tiene en la transparencia y versatilidad del vidrio a su mejor forma de expresión.

La obra en vidrio de la artista británica Linda Rossiter es una combinación de geometría y abstracción en la que se plasma en perfecto equilibrio la influencia de mundos aparentemente distantes como el arte y las matemáticas. Un juego de contrastes tan colorista como sugerente que toma la forma de objetos en dos o tres dimensiones en los que el ideal creativo se desnuda de apariencias y aparece a nuestra vista tan vital como excitante.

El estudio MVRDV ha reinventado un edificio de 3.716 m2 con fachadas acristaladas en la ciudad de DETROIT EE. UU. para dar forma a un mural de vidrio con bloques móviles pintados siguiendo las tendencias del pop art y las estéticas urbanas contemporáneas en una zona de la ciudad estadounidense que fusiona tradición y modernidad.

La obra en vidrio del estadounidense William Morris representa una estilización de los espacios naturales y su relación con las civilizaciones remotas por medio de esculturas tridimensionales en las que los contrastes cromáticos y una expresividad descarnada muestran al espectador escenarios de otras épocas a los que el vidrio da vida con una audaz apuesta estética.